Una de las mayores riquezas de estas sesiones ha sido el viaje hacia mi propio ser. A través de preguntas y reflexiones guiadas, he podido ver mi vida desde una perspectiva más amplia y compasiva. He identificado patrones recurrentes, comprendido las raíces de ciertos comportamientos y, lo más importante, he aprendido a aceptarme y valorarme tal como soy.