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Así que, abandonó el laboratorio donde trabajaba como químico y con mucha ilusión, abrió un centro al que llamó «Vida y Cuerpo». En este lugar, ofrecía talleres y sesiones individuales, donde guiaba a las personas en su propio viaje de crecimiento personal.
La gente del pueblo empezó a acudir a Mariángeles en busca de orientación y apoyo. Poco a poco, todos comenzaron a ver cambios en sus vidas: sentían más energía, manejaban mejor el estrés y se sentían más felices y realizados.
Y así, en el pequeño centro se ayuda a muchas personas a encontrar el equilibrio entre su cuerpo y su vida, demostrando que cuando ambas partes están en armonía, se puede alcanzar una vida plena y satisfactoria.
Y colorín colorado, este cuento apenas ha comenzado.
P.D. Me encantan los historias.
Soy Licenciada en Química, especialidad en Bioquímica y Biología molecular.
Me formé en Terapia Gestalt y Coach Biográfico, Osteopatia, MTC., Kinesiologia…
Amante del deporte y la naturaleza y de mi perro Axel.
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