Comenzamos liberando la tensión a través de la respiración. De esa forma, conectamos los tres ejes básicos de la postura neutra de Pilates: pélvico, escapular y columna vertebral.
La respiración debe estar ubicada en una especie de cilindro imaginario que dibujamos entre el pubis y el esternón. Así, cada vez que soltamos el aire por la boca cerramos las costillas, metemos el ombligo y conectamos con el suelo pélvico, apretando vagina, uretra y ano.
Una vez interiorizada esta técnica en estático, arrancaríamos la serie de ejercicios; al principio se trabaja la movilidad, sin demasiada resistencia, y se va de menos a más, dejando la parte que aumenta flexibilidad para el final.
Se busca el equilibrio: potenciar tejidos que, al estar tan profundos, apenas se movilizan, y flexibilizar los más acortados por un uso excesivo. Es como un sistema de cableado: sueltas lo que está tenso y tensas lo que está demasiado suelto. De esa forma el esqueleto se armoniza y recoloca.
Miércoles: 18:00 a 19:00